Dr. Santiago Scasso
Ginecólogo Oncológico
¿Cómo llegó la medicina a tu vida y la posterior elección de la especialidad ginecología oncológica?
En parte, es heredado. Mi abuelo fue médico anestesista y mi padre fue ginecólogo. Creo que ya desde la cuna la medicina siempre estuvo en mí. Independientemente de eso, nosotros somos cuatro hermanos y el único que siguió medicina fui yo, así que se ve que algo me picó para rápidamente meterme en la medicina desde joven. Recuerdo desde niño estar interesado por el área de la medicina y después se fue dando progresivamente hasta entrar en la facultad.
Después de hacer la especialidad de ginecología, se abre un abanico de subdisciplinas dentro de la especialidad. La ginecología oncológica era un campo que estaba poco desarrollado en nuestro medio. Y ahí fue cuando decidí dedicarme al 100% a la ginecología oncológica. Obviamente tuve que salir al extranjero a formarme porque acá no teníamos la posibilidad, primero en Argentina, después Italia y Estados Unidos.
¿Cuáles consideras que son los mayores desafíos de tu profesión?
La medicina tiene muchos desafíos, tanto en lo laboral como en lo personal. En lo laboral, si tengo que decir algunas, por ejemplo, mencionaría el trabajo multidisciplinario. A veces es difícil conseguir, sobre todo en ginecología oncológica, que es una especialidad que requiere de varias disciplinas para tratar de forma integral al paciente, contar con equipos completos y eso es uno de los desafíos que tenemos por delante.
Y como desafío personal, diría que la parte de carga horaria que tiene la medicina y la ginecología en general. Uno a veces sacrifica mucho tiempo y se lo roba a veces a la familia y a cosas personales.
Si te tuvieras que definir en tres palabras, ¿cuáles serían y por qué?
Creo que apasionado en lo que hago, estudioso, responsable y humano con los pacientes. Me parece que esas serían las características de la especialidad y a lo que me dedico.
¿Cómo te gusta pasar tu tiempo libre?
Uno cada vez trata de hacerse más tiempo y cuando lo hay, lo dedico a mi familia. Soy bastante familiero, paso con mi mujer y mis hijos, que la verdad es que me bancan y me han bancado mucho de esto. Y bueno, después un poco destino a mi vida personal, como el deporte, asados con amigos, cocinar y leer algún libro. Ahora estoy terminando de leer uno de Diego Fisher: El precio de una traición.
¿Qué consejos le darías al Santiago que recién está ingresando a la facultad?
Que no se desespere, es una carrera larga la medicina. Que vaya disfrutando del proceso, tratando de armar equipos. La medicina es mucho trabajo en equipo y a veces eso cuesta. Hay objetivos y metas, que se llegan. También le diría que persevere.
