Estreñimiento crónico funcional en la edad pediátrica

Prof. Adj. Dra. Laura Delgado | Gastroenteróloga Pediátrica

Niño sentado en una pelela con un perro a su lado

El Estreñimiento Crónico Funcional (ECF) es una afección muy frecuente que genera mucha preocupación en el entorno familiar. Se puede presentar en toda la edad pediátrica, pero con características propias de cada franja etaria. La afección resulta de repetidos intentos de retención voluntaria de heces por parte del niño, muchas veces a causa de los temores asociados con la evacuación.

En los primeros años de la vida, muchas veces ocurren episodios agudos de estreñimiento a causa de cambios en la dieta, resultando en heces duras y secas, provocando una defecación dolorosa. En los menores de 4 años, el estreñimiento puede iniciarse con el entrenamiento para ir al baño (control esfinteriano). El temor y/o dolor al defecar desencadenan la retención voluntaria de materia.

La retención mantenida a lo largo del tiempo genera que el colon absorba más agua creando heces más duras, haciendo más difícil y dolorosa su expulsión. Este proceso comienza un círculo vicioso de retención de materias en el recto que tiene como consecuencia la distención del colon, permitiendo que se retengan grandes volúmenes de heces. Esta acumulación mantenida por días, lleva a anorexia, distención y dolor abdominal con cambios en el humor que se revierten una vez se logra la defecación.

Si bien la mayoría de los niños desarrollan el estreñimiento por las causas antes mencionadas, en los niños mayores y adolescentes existen otros desencadenantes. Por ejemplo, los viajes o la concurrencia a centros educativos, donde la disponibilidad de baños y la falta de privacidad pueden ser condiciones desfavorables.

Si no hay un tratamiento eficaz, la retención de grandes volúmenes de materia fecal pueden llevar a un fecaloma (acumulación de heces) o impactación fecal. Este cuadro se caracteriza por el gran volumen de la masa acumulada, dificultando su expulsión en forma voluntaria.

Síntomas (mantenidos al menos por un mes)

  • Menos de 3 deposiciones por semana
  • Materias aumentadas de consistencia de difícil expulsión
  • Deposiciones voluminosas
  • Posturas de retención fecal
  • Dolor al defecar
  • Palpación de materias en el examen abdominal

Diagnóstico

El ECF no asocia síntomas que hagan sospechar de patología orgánica, siendo siendo su diagnostico solo por la clínica, no es necesario realizar ningún estudio para su confirmación.

Tratamiento

El tratamiento debe iniciarse inmediatamente que una vez realizado el diagnóstico. Su objetivo es ablandar las materias con el fin de revertir el círculo vicioso de dolor-retención-materias duras-dolor.

Hay 3 puntos que son importantes para el tratamiento:

  • Hábito defecatorio siempre que la edad del niño lo permita
  • Medicación
  • Mantener el tratamiento el tiempo que sea necesario para lograr una defecación placentera, sin temor ni dolor.

Para el tratamiento se recurre al uso de laxantes, de preferencia de tipo osmótico, dado que el tratamiento alimentario con abundantes fibras no es suficiente por si solo para lograr el objetivo. Las dosis se deben ajustar a la respuesta individual dado que hay variaciones de la misma. No se recomienda, a no ser que sea estrictamente necesario, recurrir a enemas para tratar el ECF.

Es importante estar atentos a la consistencia de las materias. En el momento que se presenten materias aumentadas de consistencia en cualquier edad y/o que se evidencie una defecación dolorosa o con temor se debe iniciar el tratamiento

Niño sentando en una pelela con una pelota en la mano

Prevención

Para prevenir el desarrollo del ETC es necesario el correcto desarrollo esfinteriano:

  • Iniciar el entrenamiento luego de los 18 meses y se requiere de la activa participación del niño
  • Comenzar usando la pelela (apoya los pies)
  • Reconocer condiciones que puedan influir en el proceso de entrenamiento esfinteriano de cada niño

A su vez, la alimentación también tiene un papel importante. Es clave que la misma sea variada, con bajo volumen de lácteos y saludable, acorde a la edad con alimentos con fibras.

¿Qué es la postura retencionista?

  • Se ponen en puntas de pie
  • Se balancean hacia delante y atrás mientras endurecen las nalgas y las piernas
  • Se agitan y retuercen o asumen posturas inusuales
  • Frecuentemente se esconden para realizar las mismas
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