Gastritis: síntomas, causas y cuidados esenciales
Dra. Blanca Matosas | Gastroenteróloga con diplomatura en Encoscopia Digestiva
La gastritis ocurre cuando la mucosa gástrica se irrita o inflama. Esta inflamación puede ser aguda (de aparición repentina) o crónica (persistente en el tiempo) y, sin un abordaje adecuado, puede evolucionar hacia erosiones o úlceras.
Sus manifestaciones son variadas, y comprender cómo funciona el estómago, y qué lo irrita, es clave para cuidarlo.
El estómago: un laboratorio digestivo
El estómago es un órgano esencial del sistema digestivo ubicado entre el esófago y el intestino delgado. Allí, los alimentos se mezclan con el ácido gástrico y las enzimas responsables de iniciar la digestión.
Generalmente los alimentos permanecen entre 2 y 4 horas, dependiendo de su composición (las comidas grasas o muy fibrosas tardan más). El estado emocional también influye: puede acelerar o enlentecer el vaciamiento gástrico.
La mucosa gástrica está preparada para convivir en un ambiente ácido. Para protegerse, produce una capa de moco que actúa como barrera. Cuando esa protección disminuye, la mucosa puede irritarse y aparecer la inflamación característica de la gastritis.
¿Qué irrita y daña tu estómago?
El bienestar del estómago depende tanto de su sistema de protección como de los factores externos a los que se expone. Entre los más frecuentes se encuentran:
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Uso de ciertos medicamentos: analgésicos no corticoides y corticoides, anticoagulantes y algunos antibióticos.
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Consumo de alcohol.
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Tabaquismo (aumenta la irritación y la acidez).
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Café, té, mate y bebidas energizantes.
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Bebidas cola carbonatadas.
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Dietas ricas en alimentos ultraprocesados.
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Comidas grasosas y fritas.
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Cítricos, frutas ácidas, tomate y salsas.
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Alimentos picantes, vinagre y encurtidos.
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Estrés sostenido (que incrementa la secreción ácida).
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Comer en exceso o demasiado rápido.
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Ayunos prolongados.
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Infección por Helicobacter pylori.
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Enfermedades sistémicas o fármacos que reducen la protección gástrica.
¿Cómo se manifiesta la gastritis?
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Dolor o ardor en la boca del estómago, que puede variar con la ingesta.
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Sensación de plenitud o pesadez luego de comer.
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Náuseas.
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Eructos frecuentes.
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Falta de apetito.
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Sensación de digestión lenta.
La gastritis es frecuente y puede afectar la calidad de vida, pero identificar sus causas y realizar cambios en los hábitos diarios permite mejorar significativamente los síntomas.
Ante molestias persistentes, consultar a un médico gastroenterólogo es fundamental para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Clasificaciones de la gastritis
Identificar el tipo de gastritis permite definir el tratamiento más adecuado. Puede clasificarse según su evolución:
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Aguda: aparece de forma súbita y suele resolverse.
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Crónica: persiste en el tiempo.
Desde el punto de vista histopatológico: atrófica o no atrófica.
¿Cuándo consultar al médico?
Cuanto antes se realice el diagnóstico, más sencillo será tratar la gastritis y prevenir complicaciones. Estudios como la endoscopía digestiva alta (videogastroscopía) permiten un diagnóstico preciso, detectar H. pylori, clasificar la gastritis y tomar biopsias si es necesario. Un hemograma puede evidenciar anemia por déficit de hierro, frecuente en gastritis crónicas.
Se recomienda consultar ante:
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Dolor intenso o persistente.
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Náuseas o vómitos (con o sin sangre).
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Materias fecales negras (melenas).
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Pérdida de peso sin causa aparente.
Cuidados esenciales para tu estómago
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Evitar el alcohol y los alimentos irritantes mencionados.
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Comer a horarios regulares, despacio y masticando bien.
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Evitar distracciones como pantallas durante las comidas.
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Limitar el uso de ciertos fármacos.
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No acostarse inmediatamente después de comer.
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Reducir el estrés con actividad física, caminatas o pausas activas.
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Mantener un peso saludable.
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Tratar la infección por Helicobacter pylori si está presente.
