¡Llegaron las vacaciones de verano!
Fuente: Clínica Las Condes
Finalizamos el año de estudio y llega la alegría de las vacaciones de verano para los más pequeños de la casa. Muchos padres siguen con su jornada laboral y buscar el entretenimiento para no caer en la tentación de las pantallas no es tarea simple.
El verano y las vacaciones brindan especial oportunidad de nutrir lo recreativo y lúdico para fomentar el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, también de desarrollo cognitivo al ir presentando espacios novedosos que requieren poner en práctica el ingenio y el desarrollo motriz.
Los espacios libres de estrés y en los que prima la distensión y el disfrute son esenciales para asegurar un bienestar emocional desde el autodescubrimiento, el reconocimiento de intereses individuales y grupales, el desarrollo de la autonomía progresiva, la toma de decisiones en un contexto seguro, y el fortalecimiento de la creatividad e imaginación de una manera diferente a lo que pueda extenderse dentro del marco escolar.
Es de especial importancia tener control del ocio prolongado para evitar caer en el uso excesivo de pantallas como celulares, televisión, tablet o computadora, entre otras.
El tiempo en pantallas debe ser mesurado, con límites de horario claros, y nunca puede ser la actividad principal, sino que debe coexistir con actividades que fomenten el juego, el movimiento, el descubrimiento, la exploración y la interacción presencial con otros niños y adultos.
El contacto con la naturaleza y el tiempo al aire libre deben ser la alternativa y cuando llega el momento de estar indoor se deben propiciar juegos de mesa, cocinar juntos, leer libros, escuchar música, pintar u otras actividades que ayuden a la creatividad e imaginación. Tengamos presente que el “aburrimiento” también puede decir presente, no siendo algo negativo.
En las vacaciones también se debe mantener la organización del hogar y ciertas estructuras, si bien como padres nos permitimos ser más flexibles. Se recomienda que el día a día no carezca de rutinas y horarios para evitar la sensación de desorganización interna.
Si bien es el momento del año para improvisar y sorprender a los niños, lo cual es saludable emocionalmente, también es necesario mantener márgenes de predictibilidad en cuanto a los ciclos de sueño-vigilia y alimentación. Esto permite que el niño transite el mundo de manera más segura.
