Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
Lic. en Psicología Paola Postiglioni | Psicología Social | Psicodramatista y Coordinadora Grupal
El 28 de abril se conmemoró el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo bajo el lema “un entorno de trabajo seguro y saludable” como principio y derecho fundamental. A los cuatro principios y derechos fundamentales que la OIT da preponderancia: la libertad de asociación, la eliminación del trabajo forzoso, la abolición del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en el trabajo, en junio del 2022 la Conferencia Internacional del Trabajo acordó incluir esta quinta categoría. Se amplía entonces el concepto de “condiciones de seguridad y salud en el trabajo” y al hacer referencia al “entorno” se incluyen otros aspectos vinculados a los diferentes tipos de interacciones que se dan en el lugar de trabajo y que repercuten en la seguridad como en la salud física y mental.
Las acciones a tomar para favorecer un entorno de trabajo seguro y saludable deben incluir definiciones y estrategias tanto a nivel nacional como a nivel de las organizaciones. Es fundamental que las empresas sigan estos lineamientos y brinden a sus colaboradores los recursos necesarios para promover la salud y seguridad. En suma a esto, es de vital importancia incorporar el concepto del autocuidado.
Se define al autocuidado como las conductas y prácticas que se desarrollan a favor de los individuos para mantener la salud y el bienestar. En la práctica del autocuidado consciente, se identifican ciertas acciones que pueden realizarse en vías de generar un mayor bienestar.
Hagamos una pausa para pensar y así poder identificar, de acuerdo a las características de cada uno, lo que realmente estamos necesitando en los diferentes momentos de nuestra jornada laboral. De esta manera, tomando los recursos o insumos que la organización nos brinda, podremos autogestionar esas necesidades. No hay “recetas”, cada uno debería mirarse a sí mismo y también estar abierto a los aportes y sugerencias que puedan surgir de los otros con quienes compartimos nuestro día a día.
Pero podemos si sugerir algunas preguntas que sirvan para pensar en el para qué de “tomarnos una pausa”:
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¿Cómo está nuestra postura corporal en este momento? ¿Necesito pararme, moverme de lugar, incluso realizar algún estiramiento?
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¿Cómo está mi lugar de trabajo en cuanto a orden, limpieza, iluminación?
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¿Con qué nivel de energía me siento para comenzar una tarea?
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¿Estoy logrando resolver este problema? Tal vez necesite hacer una pausa para ordenar mis ideas y así volver a internarlo.
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¿Cómo son mis tiempos de almuerzo o merienda? Aprovechemos estos momentos de descanso para salir de la dinámica de trabajo y disfrutemos de ese tiempo.
- Para maximizar la eficacia de los recursos o dinámicas que la organización ofrece a sus colaboradores, es necesario conocer las necesidades detectadas por los equipos. Por ello, es importante instrumentar espacios de intercambio mediante talleres o encuentros grupales que favorezcan el cuidado propio y del equipo, relacionados al bienestar y la salud mental.