Intoxicaciones en pediatría

Dra. Ana Laín Añón | Pediatra y Neonatóloga

Muchas de las consultas al servicio de emergencia pediátrica se producen por la exposición a una sustancia potencialmente tóxica, la mayoría de las veces las consecuencias son banales, pero es preciso tener en cuenta que en ocasiones, la intoxicación puede llegar a ser de tal gravedad que puede comprometer la vida del niño o del adolescente.

El concepto importante a retener, es que la mayoría de las veces, estas intoxicaciones son accidentales y podrían haberse evitado con la adopción de un mínimo de medidas de prevención.

Es importante que los adultos responsables en el cuidado de los niños conozcan algunos comportamientos, síntomas y signos, y en estos casos es especialmente importante tener en cuenta la posibilidad del contacto con sustancias altamente tóxicas, incluso en pequeñas dosis.

El pilar del manejo de los pacientes intoxicados es, en la mayoría de los casos, la monitorización e instauración del tratamiento de soporte oportuno. Además, siempre debe valorarse la indicación de realizar medidas toxicológicas específicas por parte del personal médico, si bien estas solo se realizarán en casos seleccionados. Con frecuencia, la eficacia de estas medidas es tiempo-dependiente, por lo que es preciso la sospecha temprana, idealmente antes de que aparezcan síntomas. Por eso es tan importante la sospecha oportuna, ante la aparición de fármacos fuera del lugar habitual donde los dejamos, o peor aún, fuera del envase.

La administración de carbón activado es la técnica de descontaminación digestiva de elección y el tratamiento toxicológico más frecuentemente indicado. Aun así, solo debe utilizarse tras la ingesta reciente (sobre todo en la primera hora) y potencialmente tóxica de una sustancia absorbible, siempre que la vía aérea esté estable o protegida y no existan contraindicaciones.

La realización de exámenes complementarios estará guiada por la clínica presentada o la toxicidad esperable.

El centro de información y asesoramiento toxicológico (CIAT) se encuentra en el Hospital de Clínicas y recibe consultas de la población y de todos los servicios asistenciales del país públicos y privados. La información es brindada en forma telefónica (número de teléfono: 1722) durante las 24 hs. del día los 365 días del año. Alentamos a la población que ante la sospecha de intoxicación, se llame a la brevedad al CIAT, el tiempo entre la sospecha y el inicio del tratamiento es importante.

Si bien la posibilidad de contacto con tóxicos es muy amplia, en los niños existen dos modalidades que por lejos son las más frecuentes: los fármacos y los productos de limpieza del hogar.

Intoxicaciones por fármacos en los niños

Los medicamentos causan la mayoría de las intoxicaciones en los niños pequeños, y habitualmente suceden en la casa donde vive el niño o en la casa de familiares o amigos.

Las medicaciones implicadas suelen ser las que se encuentran en el hogar, por prescripción a los niños y sobre todo a los adultos, éstas últimas suelen ser más peligrosas. Los fármacos más frecuentemente involucrados son los psicofármacos (sobre todo las benzodiacepinas), antihipertensivos y anti termoanalgésicos.

Los medicamentos de venta sin receta como las pomadas o cremas y los productos de herboristería también pueden resultar tóxicos.

En muchas ocasiones, los niños toman poca cantidad y no se llega a la dosis tóxica, por lo que no se necesita ningún tratamiento, pero en algunas ocasiones, la ingesta de un fármaco puede determinar problemas importantes por la dosis o toxicidad del medicamento. 

Estas intoxicaciones son mucho más frecuentes en los niños con edades comprendidas entre 1 y 5 años, ya que a estas edades los niños tienen mucha curiosidad y les gusta explorar. Además, no tienen sensación de peligro.

Otras veces, sobre todo en el primer año de vida, estas intoxicaciones son causadas por errores en la dosis del medicamento que se da al niño o por la administración de un fármaco equivocado.

Muchas intoxicaciones se pueden evitar con medidas sencillas aplicables en la casa en la que vive el niño y en las que visite de manera habitual.

Las principales medidas para evitar las intoxicaciones infantiles son:

  • Mantener los fármacos fuera del alcance y vista de los niños, preferentemente en armarios o cajones cerrados con llave.

  • Guardar los medicamentos en su envase original.

  • Conservar el menor número de fármacos en casa, desechar la medicación sobrante.

  • Usar preferentemente fármacos con envases con tapón de seguridad, sobre todo si son jarabes.

  • Utilizar solo la medicación pautada por su pediatra.

  • Evitar tomar fármacos delante de los niños, ya que esto favorece las conductas de imitación.

  • Educar a los niños sobre la peligrosidad de tomar fármacos, instruirles que solo deben hacerlo si se los da un adulto.

  • Comprobar las instrucciones y, sobre todo, la dosis antes de administrar un fármaco a un niño.

  • No administrar medicación en la oscuridad.

  • No administrar fármacos a los niños diciéndoles que son caramelos u otro nombre atractivo, esto puede incitar a que los tomen por su cuenta si están a su alcance.

¿Qué hacer ante la sospecha de intoxicación?

  • Conservar la tranquilidad.

  • Llame inmediatamente al CIAT.

  • No provoque el vómito, ni le administre nada; tampoco leche.

  • En caso de contacto con la piel o mucosas (boca u ojos) lavar o enjuagar con agua abundante.

¿Cuándo debo acudir a un centro sanitario?

  • Siempre que el niño tenga algún síntoma nuevo, cualquiera que sea: vómitos, fiebre, letargo, dolor abdominal, mal color, tendencia al sueño, respiración dificultosa, alteración del comportamiento, etc.

  • Siempre que se lo indique el personal del CIAT o del centro de salud.

Intoxicaciones por productos del hogar

Los productos del hogar son la primera causa de intoxicación por ingesta no intencionada en los menores de 2 años y la segunda en frecuencia, después de los medicamentos.

Suelen producirse en niños menores de 3 o 4 años cuando están en su casa, especialmente en la cocina, donde por lo general se guardan estos productos. Nos referimos fundamentalmente a los detergentes y productos de limpieza en general, muchos de ellos corrosivos.

También puede haber intoxicaciones por plaguicidas, pesticidas, insecticidas o productos para el mantenimiento de la casa o el jardín.

Dejar estos productos en sitios accesibles, como armarios a nivel del suelo, por ejemplo debajo de la pileta de la cocina, o sacarlos de su envase original para guardarlos en una botella de agua o de un refresco, facilita este tipo de intoxicación.

Por lo general, muchos productos de limpieza caseros son poco tóxicos y, además, debido a su mal sabor, los niños se suelen tragar cantidades mínimas que no causan problemas importantes.

Algunas veces, sobre todo si son cáusticos, queman y pueden producir lesiones en la boca, la garganta o la piel. Los síntomas más frecuentes serían aumento del babeo, vómitos, llanto, dolor de garganta con dificultad para tragar o rechazo del alimento. En los casos más graves pueden causar lesiones más importantes.

Los niños pequeños están continuamente explorando el entorno que les rodea. Esto hace que jueguen con todo lo que está a su alcance, abriendo frascos o sobre todo aprovechando que el envase está abierto para ingerir su contenido.

La mayoría de las intoxicaciones por productos del hogar podrían evitarse fácilmente llevando a cabo algunas medidas preventivas:

  • Guardar los productos de limpieza inmediatamente después de utilizarlos para evitar que el niño pueda agarrarlos en un momento de distracción.

  • Guardar estos productos en lugares de difícil acceso para los niños, como en los armarios de mayor altura, bajo llave o con un cierre de seguridad para armarios.

  • No dejar los productos de limpieza a la vista de los niños, especialmente si tienen colores llamativos.

  • No guardarlos en envases diferentes del original y, sobre todo, en botellas de agua o refrescos. Esto puede confundir a los niños.

  • Tener el menor número de productos de limpieza necesarios y deshacerse de los sobrantes, especialmente si son más tóxicos y de uso poco frecuente, como los plaguicidas.

  • Comprar productos del hogar con tapón de seguridad.

  • Educar al niño sobre las normas de conducta, haciéndoles ver que esos productos no son para su uso.

  • Facilitar esta información a otras personas con las que el niño pase parte de su tiempo para que puedan aplicar estas medidas también en su domicilio, como por ejemplo en la casa de los abuelos o de un cuidador.

¿Qué debe hacer si un niño ha podido intoxicarse con un producto de limpieza?

  • Conservar la tranquilidad.

  • No provocar el vómito.

  • Llame inmediatamente al CIAT (1722).

  • Inicialmente, no es recomendable beber agua o leche hasta que la situación sea valorada por un profesional, ya que su utilidad depende de los componentes del tóxico.

  • Quitar la ropa que esté manchada con el producto tóxico.

  • En caso de contacto con los ojos o con la piel, lavar con abundante agua.

  • Conservar el producto responsable de la supuesta intoxicación para poder identificarlo posteriormente.

¿Cuándo debo acudir a un centro sanitario?

  • Si tiene la sospecha de que el niño ha podido intoxicarse con algún producto del hogar y el niño tiene mal aspecto o presenta algún síntoma.

  • Si tras ser valorada la situación por un profesional, este le ha indicado que vaya a un centro sanitario.

  • Siempre que tenga una duda y no la haya podido resolver telefónicamente.