Estrategias para la prevención del Deterioro Cognitivo

Lic. en Psicología Francesca Mariani | Magister en Ciencias Cognitivas

Grupo de amigos adultos mayores en el patio de una casa tomando una bebida caliente | Estrategias para la prevención del Deterioro Cognitivo

Tanto en el envejecimiento normal como en el patológico se pueden observar cambios en el funcionamiento cognitivo. El deterioro cognitivo es un conjunto de síntomas que afectan las funciones mentales, como la memoria, la atención, el lenguaje y el razonamiento. 

Puede estar asociado con condiciones como la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Si bien muchas de estas son edad-dependientes, lo que significa que el mayor factor de riesgo es el envejecimiento, existen estrategias para reducir su riesgo y promover la salud cerebral en general. 

En la actualidad, diversos estudios en la región y en el mundo han demostrado que hay un gran porcentaje de riesgo para padecer deterioro cognitivo que está vinculado a acciones potencialmente modificables o causas potencialmente tratables. Es decir, que podemos prevenir en gran medida (aproximadamente un 45%) de los factores que nos predisponen a un envejecimiento patológico.

Las estrategias de prevención engloban 5 aspectos fundamentales a tener en cuenta para un envejecimiento saludable:

1. Realización de actividad física regular

Caminar (vigorosamente), correr o practicar deportes, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y promueve la neuroplasticidad, ayudando a mantener las funciones cognitivas. Mantenerse activo físicamente ha demostrado tener los mejores resultados en términos de prevención de deterioro cognitivo.

2. Estimulación cognitiva

Realizar actividades que impliquen un desafío cognitivo, mantener un hábito lector, aprender idiomas o habilidades que nos estimulen, ayuda a fortalecer nuestro sistema de funcionamiento cognitivo.

3. Alimentación equilibrada y saludable

No se trata solamente de reducir la cantidad de azúcares refinados, sino también de incluir en nuestra dieta variabilidad de alimentos e ingredientes que contribuyan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo. Concientizarnos sobre lo que ingerimos es fundamental para que nuestro organismo pueda sintetizar y metabolizar lo necesario para su correcto funcionamiento. Un buen consejo nutricional con profesionales en el tema puede ayudarnos a guiar una dieta que cumpla con nuestros requerimientos y contribuya al mismo tiempo con nuestra salud cerebral. 

4. Factores de riesgo cardiovascular

Controlar la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, es fundamental. Estas condiciones están relacionadas con la aparición de problemas vasculares que pueden afectar la salud cerebral. Además, evitar el consumo excesivo de alcohol y el cese del hábito tabáquico, son recomendaciones clave para preservar la función cognitiva.

5. Participación social

El aislamiento social se ha relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Mantenerse activos en vínculos es de suma importancia. Sobre todo en el envejecimiento tendemos a aislarnos por sentir que nuestras limitaciones físicas o cognitivas no nos permitirían un relacionamiento óptimo. Superar esta creencia y buscar redes que nos ayuden a mantener un intercambio social enriquecido promueve el envejecimiento saludable.  

 

Grupo de adultos mayores realizando yoga | Estrategias para la prevención del Deterioro Cognitivo

Por otro lado, un aspecto que no está contemplado en lo anterior, pero configura un tema de interés y estudio actual, demostrando ser fundamental en la salud cerebral, es la calidad del sueño. Durante el descanso se llevan a cabo procesos de limpieza cerebral y consolidación de las memorias, lo que se traduce en que el descanso nocturno de calidad es muy importante para prevenir alteraciones cognitivas.

En conclusión, la prevención del deterioro cognitivo requiere un enfoque integral que incluya hábitos de vida saludables, estimulación cognitiva, control de riesgos cardiovasculares y una vida social activa. Adoptar estas estrategias puede ayudar a mantener una buena calidad de vida y retrasar la aparición de problemas cognitivos.

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