Lactancia, una experiencia de apego seguro

Fuente: Mamás Reales

Madre con bebé recién nacido acostado en su pecho | Lactancia, una experiencia de apego seguro

Así como las plantas necesitan sol, agua y tierra fértil para crecer y florecer, nosotros, los seres humanos, también precisamos de ciertas condiciones para desplegarnos y abrirnos a la vida con salud.

En la panza de mamá, todo es perfecto. No hay que pedir comida, abrigo, contención, todo está ahí a disposición. La temperatura es la indicada, el entorno es inmejorable, la comida llega cuando la deseamos y mamá está siempre con nosotros, la sentimos a través de su voz, de su corazón y de todo lo que siente. La panza de mamá es un paraíso para el desarrollo del bebé y, gran parte de nuestra tarea como cuidadores, es la de generar condiciones adecuadas que acompañen la transición de salir al mundo exterior; brindando, al igual que en la panza, calor, seguridad, alimento y contención.

El vínculo con nuestro bebé comienza desde la gestación, y cuando nace, nuestras capacidades instintivas e intuitivas se ponen a jugar. De a poco, aprendemos a leer sus gestos, sus llantos, sus gorjeos, y así va floreciendo una relación que sostiene, calma y nutre. Esta danza que se baila de a dos, que implica seguir los pasos de nuestro bebé, es un arte que lleva tiempo y práctica como padres. Requiere conocernos, e ir tejiendo en ese ida y vuelta, la vivencia de hogar.

El apego infantil es la generación de un vínculo afectivo no cognitivo permanente en el tiempo, que permite que el niño sea parte del universo en el que vive ayudándolo a desenvolverse mejor y sentirse más seguro y autónomo.

En este mes especial, queremos celebrar la lactancia como experiencia que promueve esa relación que nutre física y emocionalmente a madres e hijos. Dar de mamar es un camino directo y natural que favorece el apego seguro, lo cual no significa que sea determinante. El apego seguro se construye con amor y disponibilidad, trasciende la forma de alimentar a nuestro bebé, pero, en este contexto, bien vale decir que la lactancia es un medio maravilloso para construir la relación.

Madre dándole de el pecho a un bebé | Manual de Lactancia

Descargá nuestro manual que los guiará en la lactancia en los cuidados de la madre después del parto

Nos gusta decir que el apego seguro aparece a través de «4 Ps» -Proximidad, Protección, Play (juego en inglés) y Predictibilidad-, y la lactancia las promueve a todas.

Para la lactancia se necesita Proximidad física, contacto.

La lactancia brinda Potección, porque con esa leche llega todo lo que el niño necesita para cuidar su desarrollo neuronal y eso tiene ecos positivos en la salud toda la vida.

También promueve un espacio privilegiado de comunicación y juego (Play), porque en ese encuentro tan íntimo y próximo surgen miradas, palabras, entonaciones. Complicidad.

Y, por último, cuando el entorno que rodea a la mamá favorece la lactancia, nuestra predisposición y respuesta a la demanda del bebé se torna Predecible, lo que brinda calma y seguridad.

Pareja con un bebé recién nacido acostado sobre el pecho de su madre | Lactancia, una experiencia de apego seguro

La lactancia materna, no es solo responsabilidad de la madre, sino que también es un proceso en el cual la pareja puede participar activamente.  La presencia y apoyo de la pareja durante la lactancia fortalece el vínculo familiar y contribuye a la generación de un apego seguro.  Quien acompaña a la mamá, puede brindar apoyo emocional, ayudar en la posición y agarre correcto del bebé al pecho, y participar en la alimentación complementaria una vez que el bebé comienza a introducir alimentos sólidos.

Sin embargo, para aquellas mamás que el amamantar no es una posibilidad, debemos saber que si bien la lactancia favorece el vínculo por el contacto piel con piel y la liberación de oxitocina, no es la única vía, ya que se puede generar apego desde cargar y tranquilizar al bebé, cantarle, mirarlo, jugarle o acompañar con simples gestos pero fundamentales para fortalecer el vínculo afectivo.

El apego depende de estar emocionalmente disponible y conectar desde la sensibilidad.

Compartir