Conociendo a tu médico: Dra. Carla Bianchi
Gastroenteróloga y Hepatóloga | Clínica MP Punta del Este

¿Cómo ha sido tu infancia en Maldonado? ¿Qué momentos recordás con una sonrisa?
Mi infancia en Maldonado fue la infancia típica de una ciudad del interior, jugando en las calles de tierra, andando en bicicleta, sin los cuidados que uno tiene que tener ahora. En una casa rodeada de familia, primos, amigos. Cuando pienso en mi infancia, la recuerdo con una sonrisa y con mucha gratitud.
¿Qué cambios ves en esta época en el departamento? ¿Qué fue para mejor y que añorás?
La ciudad de Maldonado y Punta del Este ha cambiado muchísimo. De una época donde nos conocíamos todos, dormíamos con la puerta de la casa abierta, a lo que es hoy, una ciudad cosmopolita, con argentinos, brasileños, ingleses y alemanes. Viviendo todos con un desarrollo económico y cultural impresionante, donde hoy ya los jóvenes no tienen que ir a estudiar a la capital, pueden estudiar en Punta del Este en ese entorno fantástico. En muchas cosas ha cambiado para bien, en otras quizás no tanto, obviamente se ha perdido mucho la tranquilidad de esa época.

¿Cómo fue ser de Maldonado e ir a estudiar a Montevideo una carrera tan exigente en cuanto a estudio y tiempo demandado?
Para los del interior ir a estudiar a la capital es todo un tema, es diferente, implica un desarraigo, un cambio de una ciudad chica a una capital. Implica también una inversión económica, desde ir, alquilar un apartamento o una residencia, creo que es sin dudas un sacrificio para la gente de interior. Conlleva a veces a un compromiso mayor, porque uno quiere estudiar en el mínimo tiempo posible y por supuesto, tampoco todos los fines de semanas uno puede volver a su a su ciudad natal, porque eso también tiene una implicancia económica. Fueron años de mucha dedicación y mucha entrega, pero excelentes años. Lo recuerdo con mucho disfrute
Tenés un hijo adolescente, ¿cómo está siendo esta etapa de crianza? ¿cuál es tu deseo como madre?
Todo el mundo dice que la adolescencia es una etapa complicada. Yo no la vivo así. He disfrutado mucho todas las etapas de mi hijo y esta etapa de la adolescencia es una etapa linda, de mayor comunicación y compañerismo. Es una etapa para mí muy disfrutable, de compartir actividades y series. Lo que deseo para él, es que encuentre su vocación, su camino, su objetivo de vida y que disfrute mucho hacer lo que elija para que se sienta pleno y realizado. Creo que cuando sentimos eso con lo que hacemos, somos privilegiados y no podemos pedirle más nada a la vida.
Tu vida tiene muchos viajes por congresos, ¿cómo se combina la maternidad con tu profesión?
Yo tuve a mi hijo grande, tenía 40 años, siempre posponiendo por la medicina. Junté las dos cosas que amo, la familia y la vocación de esta carrera hermosa que elegí. Tengo un marido que es muy compañero y me acompañaron a todos los congresos desde chiquito. Desde bebé viajó conmigo a todos los congresos. La maternidad no me significó un posponer la formación, sino que pude combinar ambas, con lo cual fue un disfrute mucho mayor.

Sabemos que estás muy enfocada en tu carrera profesional, ¿qué te saca de ese foco?
Mi hijo me dice que yo tendría que tener muchas vidas para todo lo que quiero. He pospuesto muchos hobbies por esa demanda creciente y la dedicación que nos implica nuestra profesión, como la pintura, que en un momento de mi vida la hice. Hoy por hoy que tengo menos tiempo, mi gran pasión fuera de la medicina es la decoración.
El rato que tengo libre estoy estudiando y decorando. Probablemente si venís a mi casa un lunes la vas a encontrar distinta que el viernes, porque cambio las cosas de lugar. Me dedico mucho a lo que es armar, por ejemplo en los cumpleaños de mis amigas y de sus hijos, cumpleaños de 15, baby shower, hago ramos para novias de flores naturales. La decoración es una pasión que seguramente en otra vida la voy a desarrollar un poco más.