¿Qué es un ACV y por qué debo aprender a identificarlo?

Dra. Tammara Mendez | Asistente del Instituto de Neurología

Médico tocando un dibujo de un cerebro en una pantalla táctil

El ataque cerebrovascular (ACV) constituye un problema de salud pública en nuestro país. Según estadísticas oficiales, ocupa el primer lugar como causa de muerte dentro de las enfermedades del sistema circulatorio y produce una morbilidad importante entre los supervivientes.

Hay dos tipos principales de ataque cerebrovascular (ACV): una arteria obstruida (ataque cerebrovascular isquémico) o ruptura de un vaso sanguíneo (ataque cerebrovascular hemorrágico). Algunas personas pueden tener solo una interrupción temporal del flujo de sangre al cerebro, conocida como ataque isquémico transitorio (AIT), que no causa síntomas duraderos, pero nos debe poner en aviso del riesgo de presentar un ACV próximamente. Figura 1.

En esta nota, haremos énfasis en el ataque cerebrovascular isquémico o infarto cerebral. El mismo, ocurre cuando se interrumpe o reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, impidiendo que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. El daño celular cerebral comienza en minutos y en horas puede llevarlas a la muerte celular (o infarto). Esto, puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte.

Por lo tanto, un ACV es una emergencia médica y el tratamiento inmediato es crucial. El actuar temprano puede reducir el daño cerebral y sus complicaciones. Un tratamiento oportuno puede salvar una vida o aumentar la posibilidad de una rehabilitación y recuperación exitosa.

La buena noticia es que actualmente contamos en nuestro país con tratamientos efectivos que pueden ayudar a disminuir esta discapacidad y se podrían usar en gran parte de los pacientes con ACV isquémico (infarto cerebral). Para ellos, existen dos tipos de terapias de reperfusión con evidencia científica (Figura 1): trombólisis sistémica-intravenosa (TL-iv) con r-TPA y trombectomía mecánica (TM). Figura 2. Ambas mejoran la funcionalidad de los pacientes cuando son indicadas a candidatos correctamente seleccionados.

El tiempo es cerebro

En el caso de que tú o alguien en tu compañía esté experimentando un posible ACV, puede generar un momento de gran ansiedad. No obstante, resulta crucial enfocarse en el instante en el que los síntomas hicieron su aparición. Las opciones de tratamiento son más eficaces cuando se administran lo antes posible.

Los signos y síntomas del accidente cerebrovascular incluyen:

  • Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Se puede experimentar dificultad para articular las palabras o para entender lo que se dice.
  • Desviación de los rasgos de la cara, pérdida de fuerza del brazo o la pierna. Puedes desarrollar adormecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, el brazo o la pierna. Esto a menudo afecta solo un lado del cuerpo. 
    Trata de levantar ambos brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo comienza a caer, es posible que estés sufriendo un ACV. Además, un lado de la boca puede desviarse cuando trates de sonreír.
  • Problemas para ver en uno o ambos ojos. Repentinamente, puedes identificar una disminución del campo visual o puedes ver doble.
  • Problemas para caminar. Puedes tropezar o perder el equilibrio. También, puedes tener mareos repentinos o pérdida de coordinación.

Si notas cualquier signo o síntoma de un ataque cerebrovascular, incluso si parece que vienen y se van, o desaparecen por completo. Verifica lo siguiente: Figura 3.

FAST ACV
  • Cara. Pídele a la persona que sonría. ¿Se cae un lado de la cara?
  • Brazos. Pídele a la persona que levante ambos brazos. ¿Un brazo tiende a caer? ¿O no lo puede levantar?
  • Habla. Pídele a la persona que repita una frase simple. ¿Arrastra las palabras o habla de manera extraña?
  • Habla. Si observas cualquiera de estos signos, llama a tu emergencia de inmediato.

No esperes a ver si los síntomas desaparecen. Cada minuto cuenta.

Accidente isquémico transitorio (AIT)

Al igual que con el accidente cerebrovascular isquémico, el ataque isquémico transitorio ocurre cuando se reduce o bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, puede durar pocos minutos. Tener un ataque isquémico transitorio aumenta el riesgo de sufrir un ACV más adelante y esto podemos prevenirlo.

Solicita atención de emergencia incluso si crees que tuviste un ataque isquémico transitorio a pesar de que tus síntomas hayan mejorado.

Prevención

Conocer tus factores de riesgo de accidente cerebrovascular y adoptar un estilo de vida saludable son las mejores medidas que puedes tomar para prevenir esta afección. Si has tenido un ACV o un AIT, estas medidas podrían ayudarte a prevenir otro accidente cerebrovascular. La atención de seguimiento que recibas durante y posterior a tu estadía en el hospital influyen.

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