Prof. Dra. Carolina Olano
Consultante en Gastroenterología
Llevamos el tiempo atrás y vemos a Carolina en el interior del país, ¿qué le dirías a aquella niña de 6 años que soñaba con ser Doctora?
Le diría que definitivamente es una elección valiosa. Se trata de una profesión que otorga muchas satisfacciones personales, así como también, resulta enriquecedor el hecho de experimentar cómo la perseverancia en la búsqueda de nuestros sueños nos permite creer en su realización. Además, la gratificación de asistir a los demás y la oportunidad constante de mejorar y ampliar nuestros conocimientos para ofrecer diagnósticos más precisos, hacen de esta carrera una elección profundamente satisfactoria.
Tu currículum demuestra un gran compromiso con tu profesión, la cual te debe de haber insumido muchas horas de vida ¿cómo fue la conciliación entre la vida familiar y la crianza de tus 2 hijos?
Considero fundamental resaltar este aspecto, especialmente en el contexto de las mujeres, ya que conciliar la vida familiar y profesional presenta desafíos significativos. En mi opinión, es esencial tener una claridad absoluta en cuanto a los objetivos y esforzarse por asignar tiempos y espacios específicos para cada área de nuestra vida. Es crucial entender y poner en práctica que los espacios de la familia son para la familia y que los espacios profesionales son para la profesión. Reconozco que lograr una presencia plena en ambos planos no siempre es sencillo, pero el contar con los apoyos de nuestros círculos más cercanos es fundamental. En mi caso particular, he sido afortunada de contar con un sólido respaldo por parte de mi familia y mi esposo, lo cual ha sido fundamental para poder desempeñar mis responsabilidades. Entiendo que en este sentido, la importancia de contar con apoyos se convierte en un pilar central y es donde verdaderamente radica la clave.
¿Qué es lo que más disfrutas como docente?
Como docente lo que más disfruto es ver el proceso de transformación de los alumnos. Es realmente gratificante presenciar cómo un estudiante ingresa el primer día con una serie de conocimientos por adquirir y finalmente poder conferirle el título al culminar su carrera, sabiendo que ha asimilado todos esos saberes y está listo para convertirse en un agente transformador.
¿Qué responsabilidad implica la entrega de títulos?
Se trata de una responsabilidad realmente significativa, ya que cada vez que otorgamos un título, estamos certificando ante el país que la persona posee las competencias necesarias para llevar a cabo diagnósticos y tratamientos médicos. Por ende, resulta en un compromiso sumamente considerable que tomamos con gran seriedad. Valoramos no solo la formación individual, sino también la capacitación docente constante de nuestro equipo. Personalmente este aspecto me resulta muy importante y por ello, hace unos años, decidí cursar un Diploma y una Maestría en Educación. Considero que esta formación resulta esencial para nuestra labor.
¿Cómo definiría la vocación de servicio y la humanización de la medicina?
La vocación de servicio y la humanización de la medicina los definiría como los 2 pilares esenciales. En ocasiones nos vemos influidos, incluso por el propio sistema de atención médica, a adoptar prácticas que nos alejan del paciente o de su realidad y la de su familia; es en esta dimensión que debemos enfatizar para no extraviarnos. La relación médico-paciente debe ocupar el centro de nuestra labor y es el punto de partida para todas nuestras acciones en beneficio del paciente. La humanización, la empatía, el poder ponerse en el lugar del paciente cada vez que hacemos un diagnóstico o planteamos un tratamiento, así como el consenso con el paciente sobre las maniobras y el abordaje de las mismas que estaremos llevando a cabo, son aspectos que deben constituir el cimiento de nuestras responsabilidades cotidianas.
Dentro del campo de desarrollo de la investigación, ¿en qué has estado trabajando últimamente?
En el campo de la investigación, he estado dedicada durante muchos años a una línea de trabajo centrada en las enfermedades del intestino delgado. En este contexto, nuestra línea de investigación más destacada se enfoca en la enfermedad celíaca, así como en los trastornos del eje cerebro intestinal, anteriormente conocidos como trastornos funcionales digestivos. Esto abarca el síndrome del intestino irritable y es precisamente en esta dirección que estamos enfocados.
En relación a la enfermedad celíaca, estamos investigando las razones subyacentes detrás de los procesos inflamatorios que se manifiestan en pacientes con esta condición. Asimismo, estamos explorando cómo dichos procesos inflamatorios pueden estar vinculados con enfermedades relacionadas con el eje cerebro intestinal. En cuanto a los trastornos del eje cerebro intestinal, estamos investigando las posibles conexiones entre alteraciones en la microbiota intestinal (bacterias beneficiosas presentes en el intestino) y la aparición de estos trastornos funcionales no orgánicos.
¿Qué desafíos personales o profesionales siguen estando al día de hoy en la lista de pendientes?
Afortunadamente los desafíos siempre están presentes en nuestras vidas. Desde hace años, he estado involucrada en la Organización Mundial de Gastroenterología desempeñando el cargo de secretaria general. En este ámbito, nos enfrentamos a una serie de desafíos, particularmente en relación con la promoción del liderazgo femenino en el campo de la Gastroenterología a nivel global, un objetivo que a veces resulta complejo de alcanzar. Además, desde una perspectiva regional, trabajamos en mejorar la difusión y alcance de las directrices médicas, utilizando un sistema de cascada. Este enfoque implica que los médicos tienen la oportunidad de aprovechar los recursos disponibles, conscientes de que al hacerlo están haciendo lo mejor los mismos.
Desde un plano más personal, asumir el liderazgo en la Cátedra de Gastroenterología, para mi ha conllevado y conlleva una gran responsabilidad en la tarea de asegurar que los profesionales que se gradúan de la Facultad de Medicina, alcancen los estándares requeridos. No obstante, considero que mi mayor interés está en mis hijos. Si bien ya son adultos, enfrento el reto de brindarles apoyo constante, ayuda al forjar su camino y a que se conviertan en lo que ya son: buenas personas.