Cálculos renales

Fuente: Clínica Mayo

Los cálculos renales son depósitos duros hechos de minerales y sales que pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.

Expulsarlos puede ser bastante doloroso, aunque no producen daños permanentes si son detectados a tiempo. Dependiendo del caso, puede que el tratamiento simplemente sea analgésico y mucha agua para eliminarlo.

Los síntomas se presentan cuando el cálculo renal comienza a desplazarse por el riñón o pasa a uno de los uréteres, (conductos que conectan los riñones con la vejiga). Si el cálculo se aloja en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina, lo que provoca dolor intenso debido a los espasmos del uréter y la hinchazón del riñón.

En ese momento podría sentirse:
  • Dolor punzante en los costados y la espalda, debajo de las costillas
  • Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle
  • Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
  • Dolor o sensación de ardor al orinar
También podría tenerse otros signos como ser:
  • Orina de color rosado, rojo o marrón
  • Orina turbia o con mal olor
  • Necesidad constante de orinar y hacerlo en pequeñas cantidades
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre y escalofríos si existe infección
Los cálculos renales son un trastorno común que se caracteriza por la formación de cristales en la orina. Aunque no existe una única causa que los provoque, existen ciertos factores que pueden favorecer su aparición. Este problema se produce cuando la cantidad de sustancias que forman cristales, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, en la orina es superior a la que pueden diluir los líquidos presentes en la misma.

Entre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar cálculos renales se encuentran los antecedentes familiares o personales de esta afección, la deshidratación, ciertas dietas ricas en proteínas, sodio y azúcar, la obesidad, las cirugías y las enfermedades digestivas, así como otras afecciones médicas, como las infecciones recurrentes en las vías urinarias.