Conociendo a tu médico: Prof. Dr. Gabriel Giannini

Cirujano Pediátrico

¿Qué es lo que más le gusta hacer en su tiempo libre?

Cuando era joven siempre me gustó el básquetbol, lo jugué durante 15 años. Ahora me gustaría tener un equipo de seniors de éste deporte, pero lamentablemente no puedo hacerlo ya que cuando he querido jugar, me he lesionado. Ahora me dedico a caminar, escuchar música y jugar al tenis una vez por semana con un grupo de veteranos amigos. 

¿Qué tipo de música, banda escucha?

Con respecto a la música, me gusta muchísimo y aprendo un montón de mis hijos. En realidad, a mí me gustaba mucho el canto popular, la música popular uruguaya, argentina y el rock argentino y después obviamente los Beatles, Rolling Stones, entre otros. En mi época más juvenil, escuchaba mucha música progresiva, Black Sabbath, Jimi Hendrix, Deep Purple y ahora todo eso se fue.

Con mis hijos aprendí a escuchar distintos tipos de música, desde jazz hasta James Blunt que me encanta, Ed Sheeran, una cantidad de músicos jóvenes que yo no hubiese descubierto si no estuviesen mis hijos.

Escucho música diversa y me gusta mucho.

Tres hijos ya en una etapa más independiente, desde su rol de papá ¿cómo vivió y acompañó las distintas etapas de crecimiento?

El más grande tiene 29 años y el más chico 22; si bien me agarró en una etapa de mucho esfuerzo, trabajo y mucha actividad, creo que siempre fui un padre bastante presente.

Muchas veces fracasaban proyectos que yo les ofrecía a mis hijos y familia porque el trabajo me lo impedía. Creo que, en algún momento, hubo alguna angustia más mía personal ya que no podía cumplir con lo que había prometido, pero considero que fui un padre bastante presente. Ahora mis hijos son niños grandes, el mayor de 29 es director de cine y hace producción audiovisual, la nena del medio de 26 es actriz y el más chico de 22 vive en Barcelona y estudia psicología.

En el verano, ¿hay planes familiares? ¿qué actividades no pueden faltar en esta época?

En realidad, soy desorganizado quizás porque a veces trabajo tanto que me cuesta organizarme y decir bueno vamos a ir un mes a tal lado. De todas formas, siempre hay planes, a todos en mi familia nos gusta la playa y a mí personalmente me encanta que estemos los cinco juntos.

Lo mejor de repente, es ir a algún lugar para estar lejos de nuestras actividades por ejemplo un viaje, pero no por el hecho de viajar que es divino sino para estar alejados de cualquier distractor. Siempre aparece algo y uno de los cinco falta de hecho, el más chico vive en el exterior. Hay planes, pero no sé si se van a realizar. 

¿Cómo llegó la medicina a su vida? ¿Qué lo llevó a elegir la especialidad de cirugía pediátrica?

Cuando era bien joven, escribía cuentos, de hecho, me pasaba todo el día escribiendo y me llegué a presentar a un concurso y a creer que iba a ser escritor y no médico. De todas formas, la medicina siempre estuvo en mi vida como algo que lo veía noble y puro. 

Con el transcurso de los años, conocí a un cirujano de niños el Dr. Amosa quien me invitó cuando tenía 17 años a ver cirugías por primera vez. Y así fueron mis inicios, iba, me lavaba las manos, primero miraba de afuera y luego me fui metiendo en ese mundo o sea que desde los 18 años estoy con la cirugía pediátrica. 

Dado que para mí era muy importante la formación, primero trabajé durante 15 años como cirujano de adultos y niños en conjunto para luego dedicarme estos últimos 16 años únicamente a la cirugía de niños. Me fui enamorando de a poco de la especialidad y me comprometí a seguirla ya que es muy linda.  Apenas conocés al paciente pediátrico te das cuenta de lo noble que es.

Nosotros los cirujanos pediátricos no solo trabajamos con los niños, sino que trabajamos mucho con los padres. Tenes que tener la capacidad de articular tu relación con el niño, pero también es muy importante tu relación con la familia de ese niño. Un profesor mío, que yo adoraba, decía que el recién nacido no tiene amigos. Cuando a un recién nacido le pasa algo los que lo sufren son la mamá, el papá y lógicamente la familia y allegados. Al recién nacido no lo conoce nadie, entonces nosotros a veces trabajamos con niños de 500 gramos hasta niños de 120 kilos, es decir, el cirujano pediátrico tiene que abarcar muchas más cosas ya que se trata de una profesión muy diversa y nada rutinaria. Por eso, ahora cada vez más está la especialidad y las subespecializaciones en distintas áreas. En Uruguay quizás no tanto porque es un país pequeño al igual que su población. 

¿Alguna anécdota o experiencia para compartir?

En cuanto a pacientes que te marcan hay una cantidad enorme. A mí, quizás porque como soy muy exigente de repente me marcan más cuando me va mal o aquellos que me dan mucho trabajo.

Tu familia pasa también a estar involucrada, saben de tu felicidad o de tu llanto por alguno de ellos, los pacientes crónicos pasan a ser parte tuya.  La cirugía pediátrica en eso, es algo hermoso.

El amor y el compromiso que vas sintiendo por lo que haces y más yo que me encuentro más próximo a la etapa final de mi carrera que a la inicial, me dio para seguir vinculado a la docencia del hospital.

No se trata de una cuestión de dinero, poder o de más trabajo porque a mí eso no me hace falta; yo simplemente quería que algunos de los jóvenes fueran captando el cariño y compromiso que yo le tengo a la especialidad.

Creo que todos los jóvenes que trabajan ahora en nuestro servicio, sienten ese compromiso, esas ganas de avanzar y de seguir creciendo. Me deja muy contento que la cirugía pediátrica en Uruguay se siga desarrollando. 

Mirá la entrevista en nuestro canal de Youtube  MPersonalizada