Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

Dra. Carla Bianchi | Gastroenteróloga especialista en enfermedades inflamatorias intestinales y Hepatóloga

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal y cuál es su causa?

La EII son afecciones inflamatorias intestinales como su nombre lo dice, de evolución crónica y de causa multifactorial, en la cual están implicados factores genéticos, autoinmunes y ambientales. El estrés es un factor “gatillo” que muchas veces las pone de manifiesto. Comprende la Colitis Ulcerosa (CU) y la Enfermedad de Crohn (EC). Se caracterizan por una inflamación aguda pero recurrente del colon en el caso de la CU, o de cualquier segmento del aparato digestivo desde la boca al ano en la EC.

¿Qué tan frecuentes son y a quiénes afectan?

Su prevalencia (número de personas con la enfermedad en una población) varía en todo el mundo, y su incidencia (número de casos nuevos de la enfermedad por año) está en aumento, fundamentalmente en la EC. En Uruguay aún es considerada una enfermedad de baja prevalencia.

Afecta por igual a ambos sexos y a cualquier edad, pero predomina en el adulto joven. Por predominar justamente en esta etapa de la vida, en que se está formando una familia o construyendo un futuro laboral, y debido su carácter crónico que implica un tratamiento a largo plazo, es que repercute tanto en la calidad de vida de estos pacientes.

¿Cómo se manifiestan clínicamente?

Son enfermedades de presentación muy heterogénea lo cual justifica el retardo diagnóstico habitual, con manifestaciones clínicas que obedecen al tipo de lesión. En la CU hay ulceración de la mucosa intestinal y por tanto su síntoma más característico es la diarrea con sangre, mientras que en la EC la sintomatología es más variada e inespecífica. Dependiendo del sector del aparato digestivo comprometido y del tipo de lesión, la EC puede presentarse con diarrea, dolor abdominal, adelgazamiento y/o fiebre. En niños es muy frecuente también el retraso en el crecimiento pondoestatural. Con frecuencia presentan también afectación perianal con fístulas (trayectos que comunican el intestino con el periné) y abscesos (acumulación de pus) que producen dolor y supuración en dicha región.

No siempre es fácil diferenciar entre una y otra. Poder hacerlo implica la necesidad de múltiples estudios: endoscopías, tomografías, resonancias, análisis de laboratorio, etc. y muchas veces la propia evolución de la enfermedad es quien lo aclara. A pesar de esto, en un pequeño porcentaje de los casos no es posible diferenciar entre ambas entidades (Colitis Indeterminada).

Tanto la CU como la EC pueden presentar además manifestaciones extra intestinales, fundamentalmente articulares, cutáneas y oculares las cuales muchas veces dependen de la evolución de la enfermedad intestinal, y otras veces cursan independiente a esta.

¿La EII tiene cura? ¿Cómo se trata?

Por tratarse de una enfermedad crónica no tiene cura, pero es posible lograr su remisión prolongada. Para ello, el tratamiento debe ser temprano y no tardío, lo cual permite también un mejor pronóstico.

El objetivo del tratamiento es controlar la inflamación, aliviando así los síntomas y evitando complicaciones, las cuales pueden frecuentemente requerir cirugía. Esto dependerá de la gravedad de la enfermedad y de su localización. Algunos de los medicamentos pautados son antiinflamatorios específicos para el intestino, corticoides, antibióticos y otros que inhiben o regulan el sistema inmune (inmunomoduladores y agentes biológicos).

Abandonar el tratamiento pautado por el médico puede desencadenar una recaída (empuje) y complicar gravemente la evolución. Por todo esto, es fundamental que el abordaje terapéutico de la EII sea individualizado y por equipos especializados multidisciplinarios.

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